SOBRE MANTIS


Bienvenidos a Mantis, un santuario gastronómico en Barcelona donde Toni Solans y David Romero tratan de acercarte a su visión de la cocina, tomando el producto como protagonista y tratando de mejorar al máximo la técnica y la ejecución en sus platos, guardando también un espacio importante para el vino, daño colateral de su principal pasión. Junto a ellos, Sandra Tsikos, Daniel Baeza, Alik Akbar (en la cocina) y Jordi Gascón (en la sala) forman algo más que un equipo, una familia que se esfuerza día a día para ofrecer lo mejor de sí mismos a sus comensales.


Romero y Solans se conocieron estudiando en la escuela Hofmann de Barcelona y fue ahí donde constataron el primer atisbo de que su propio tándem podía tener mucho potencial, pero aún pasaría algún tiempo hasta que pudieran demostrarlo.


Solans, por su lado, fue a trabajar a uno de los restaurantes más recónditos de Suecia: Fäviken Magasinet, donde pasó el tiempo rodeado de naturaleza y aprendiendo de Magnus Nilssen y sus discípulos. Después estuvo viajando por Asia trabajando y aprendiendo en Sri Lanka, Hong Kong o Bali. Pero no fue hasta que volvió a aterrizar en Barcelona, concrétamente en el restaurante Mano Rota, donde gracias a Bernat Bermudo (su principal mentor) pudo demostrarse a sí mismo que podía poner en práctica todo lo aprendido para empezar a desarrollar su propia visión de la cocina.


Romero por otro lado, fue a parar a uno de los restaurantes más exitosos y relevantes del momento. A la temprana edad de 17 años se metió nada menos que en los fogones de DiverXO convirtiéndose así en aprendiz del gran cocinero Dabiz Muñoz y de todo su equipo. Pasó allí cerca de un año, trabajando más horas de las que caben en una circunferencia y empapándose de la creatividad y la magia del lugar, así como de las exigencias del oficio. Su talento y tesón le sirvieron como pasaporte de entrada al restaurante Koy Shunka donde, durante cuatro años, David entrenó y perfeccionó sus incuestionables habilidades técnicas.


Sin embargo no sería hasta transcurridos seis años cuando Toni y David se reencontrarían:


Los estragos de la pandemia empezaban ya a disminuir. Romero justo acababa de dar por concluida su etapa en Koy y Solans había montado un secreto para ganarse la vida durante el Covid. Ese secreto se llamaba MosK y fue donde empezó todo para este entrañable dúo. En MosK pasaron dos fantásticos años probando y probando, ensayando y errando, dando a luz a su actual proyecto: Mantis.


Toni y David definen su cocina como ecléctica. No quieren estancar su estilo o su camino culinario poniéndose barreras en la creatividad. La cocina de Mantis abarca desde la más pura tradición de un sofrito, pasando por la exquisita técnica de la filosofía japonesa, hasta el exotismo de la cocina precolombina americana. Mantis es y será siempre un camino eterno de aprendizaje, de constante evolución y cambio y donde la única meta es mejorar día a día.


Ambos tienen claro que el producto que utilizan es lo más importante y que en ningún caso este será superado por la técnica, es por eso que se procura anteponer siempre la calidad del primero a la pomposidad y filigranas en las que puede llegar a perderse en la alta gastronomía.


Verduras, pescados, carnes, fogones, woks, brasas, mariscos, vinos y licores son, de entre muchísimos más elementos, partes de un puzzle que David y Toni elaboran y ensamblan en una insaciable búsqueda de desarrollar su camino y estilo propios.


¡BIENVENIDOS A MANTIS!

SOBRE MANTIS


Bienvenidos a Mantis, un santuario gastronómico en Barcelona donde Toni Solans y David Romero tratan de acercarte a su visión de la cocina, tomando el producto como protagonista y tratando de mejorar al máximo la técnica y la ejecución en sus platos, guardando también un espacio importante para el vino, daño colateral de su principal pasión. Junto a ellos, Sandra Tsikos, Daniel Baeza, Alik Akbar (en la cocina) y Jordi Gascón (en la sala) forman algo más que un equipo, una familia que se esfuerza día a día para ofrecer lo mejor de sí mismos a sus comensales.


Romero y Solans se conocieron estudiando en la escuela Hofmann de Barcelona y fue ahí donde constataron el primer atisbo de que su propio tándem podía tener mucho potencial, pero aún pasaría algún tiempo hasta que pudieran demostrarlo.


Solans, por su lado, fue a trabajar a uno de los restaurantes más recónditos de Suecia: Fäviken Magasinet, donde pasó el tiempo rodeado de naturaleza y aprendiendo de Magnus Nilssen y sus discípulos. Después estuvo viajando por Asia trabajando y aprendiendo en Sri Lanka, Hong Kong o Bali. Pero no fue hasta que volvió a aterrizar en Barcelona, concrétamente en el restaurante Mano Rota, donde gracias a Bernat Bermudo (su principal mentor) pudo demostrarse a sí mismo que podía poner en práctica todo lo aprendido para empezar a desarrollar su propia visión de la cocina.


Romero por otro lado, fue a parar a uno de los restaurantes más exitosos y relevantes del momento. A la temprana edad de 17 años se metió nada menos que en los fogones de DiverXO convirtiéndose así en aprendiz del gran cocinero Dabiz Muñoz y de todo su equipo. Pasó allí cerca de un año, trabajando más horas de las que caben en una circunferencia y empapándose de la creatividad y la magia del lugar, así como de las exigencias del oficio. Su talento y tesón le sirvieron como pasaporte de entrada al restaurante Koy Shunka donde, durante cuatro años, David entrenó y perfeccionó sus incuestionables habilidades técnicas.


Sin embargo no sería hasta transcurridos seis años cuando Toni y David se reencontrarían:


Los estragos de la pandemia empezaban ya a disminuir. Romero justo acababa de dar por concluida su etapa en Koy y Solans había montado un secreto para ganarse la vida durante el Covid. Ese secreto se llamaba MosK y fue donde empezó todo para este entrañable dúo. En MosK pasaron dos fantásticos años probando y probando, ensayando y errando, dando a luz a su actual proyecto: Mantis.


Toni y David definen su cocina como ecléctica. No quieren estancar su estilo o su camino culinario poniéndose barreras en la creatividad. La cocina de Mantis abarca desde la más pura tradición de un sofrito, pasando por la exquisita técnica de la filosofía japonesa, hasta el exotismo de la cocina precolombina americana. Mantis es y será siempre un camino eterno de aprendizaje, de constante evolución y cambio y donde la única meta es mejorar día a día.


Ambos tienen claro que el producto que utilizan es lo más importante y que en ningún caso este será superado por la técnica, es por eso que se procura anteponer siempre la calidad del primero a la pomposidad y filigranas en las que puede llegar a perderse en la alta gastronomía.


Verduras, pescados, carnes, fogones, woks, brasas, mariscos, vinos y licores son, de entre muchísimos más elementos, partes de un puzzle que David y Toni elaboran y ensamblan en una insaciable búsqueda de desarrollar su camino y estilo propios.


¡BIENVENIDOS A MANTIS!

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